ESCRITURA
Una nostalgia que pervive
El Málaga, uno de los pocos lugares en Medellín que nos recuerdan los salones y cafés de antaño, guarda secretos musicales en más de siete mil acetatos. Tangos, porros, pasillos. Un patrimonio sonoro que nos demuestra que la tristeza también se baila.
Los Mijos: un bus en movimiento
Jóvenes líderes en la montaña. Un parche poderoso. Hijos de la tierra. Desde el Suroeste antioqueño, un colectivo viene recorriendo pueblos y veredas, trabajando por el territorio. Una lucha en marcha, sin freno. Con ustedes, los Mijos.
La trova o cuando la vida se vuelve verso
Viajera y vibrante, erudita o folclórica, la trova antioqueña ha sabido adaptarse a los tiempos y los espacios. Guarda los ecos del romancero español para cantarse en ritmo de bambuco. Montañera y citadina, es una manifestación que demuestra que la cultura se nutre en la transformación.
Arde el arte mientras la niebla muerde
Parece que la base de Medellín fuera el valle, pero gran parte de su sostén es la tierra levantada, las montañas de Santa Elena. Dentro de esas colinas, cubiertas de niebla, crece una Red de Cultura que entreteje los lazos de la tradición y el arte.
Un tango llamado Medellín
Cuando Carlos Gardel pisó suelo antioqueño, en los bares, cafés y cantinas de Medellín ya se escuchaba tango. La radio y el cine abonaron el terreno para que aquel lamento extranjero se sintiera como en casa. ¿Qué hizo que las letras de las canciones y las melodías calaran en los antioqueños? ¿Podemos hablar de un tango de Medellín?
Desnudos como el poema
Muchas veces decimos, apelando al lugar común, que la poesía desnuda el alma. Lo que no decimos, pero igual pensamos, es que a veces puede también desnudar los cuerpos. Esto lo saben en la comunidad nudista de Medellín, que programa recitales en los que la palabra viaja libre de vestiduras.
Mapa incierto
Raúl Gómez Jattin pasó por Medellín varias veces, dejando siempre su estela de poesía y locura. Una presencia escurridiza, casi fantasmal, de la que se dicen tantas cosas que a ratos parece un mito urbano.
¡Agúzate!
Desde 1993 el Teatro Matacandelas acogió a Andrés Caicedo como uno de los genios que debía llevar a escena. Fieles a la creencia de que el teatro se compone de presencias que convocan ausencias, continúan presentando sus obras y recordando la complejidad de su legado.
Un lugar en el mundo
El arte, como el agua, se acomoda a muchas formas y estados. Es lo que demuestra el Teatro El Grupo en Medellín: que desde las capacidades múltiples se puede hacer arte, y hacerlo bien. Su historia lo explica de la mejor manera.