Una huerta donde sembramos, conversamos, disfrutamos, aprendemos y hacemos terapia con la comunidad. Un proyecto que piensa en la seguridad alimentaria y en el reconocimiento y visibilización de las prácticas ancestrales asociadas con la cultura del campo y que espera ser una semilla para que nazcan muchas más huertas de patios y de balcón en los colegios, jardines y en las casas del barrio y la ciudad. 

En 2020 se construyó la huerta de la Casa Museo Pedro Nel Gómez con estructuras reutilizadas, un sistema de riego con agua lluvia, se hicieron talleres de siembra, de abono con residuos orgánicos, de ilustración botánica, de memoria, de la ciencia de las plantas y de escritura creativa. Se diseñó una museografía que nos cuenta una historia a medida que recorremos la huerta. Se inauguró con relatos, reflexiones, respiración, música y siembra, y espera seguir consiguiendo amigos y aliados para crecer.