Texto: Isabel Botero
Cartel: La Plaga (Andrés Felipe Salas)
La cabeza de un alfiler mide dos milímetros y en ella caben 20 pelos, 28 000 leucocitos, 3 millones de bacterias y 5 billones de átomos. Se calcula que hace 14 mil millones de años un punto cósmico infinitesimal, mucho más pequeño que un átomo, contuvo la densidad y la energía necesarias para explotar y expandirse en tan solo una trillonésima de segundo. Ese instante cero puso a andar el Tiempo y encendió las luces del Universo.
El Universo es absolutamente todo: materia, energía, espacio y tiempo. Nadie conoce su tamaño y su dimensión podría ser de billones de kilómetros. Incluso, podría ser infinito. El Universo es violencia y creatividad, vida y muerte, caos y orden. Es un amasijo de desechos cósmicos que existen bajo estrictas leyes físicas. Contiene desde lo más pequeño hasta lo más grande. Es el pasado, el presente y el futuro. Es el misterio y todo lo que podemos llegar a conocer. Está formado, en su mayor parte, por materia oscura y contiene miles de millones de galaxias.
Escondida bajo un manto de polvo cósmico, se encuentra la Vía Láctea, una de esas miles de millones de galaxias. Esta giganta tiene un diámetro de 100 000 años luz y está gobernada por un agujero negro violento y fecundo. Tiene la capacidad de crear y retener los elementos esenciales para la vida. Es una espiral brillante con 4 brazos y en uno de ellos, Orión, se esconde el sistema solar.
El sistema solar es un espectáculo de anillos de hielo, nubes de amoniaco, cinturones de asteroides, tormentas monstruosas, explosión de cristales, volcanes incandescentes, auroras, cráteres y abismos. Surgió hace unos 4 mil 600 millones de años, tiene un diámetro de 1,4 millones de kilómetros y está compuesto por cometas, planetas, satélites naturales y una estrella central, el Sol, una inmensa bola de fuego que arde a miles de grados centígrados, que controla, permite y engendra la vida en la Tierra.
Son tantas, tan diversas y asombrosas las condiciones que permiten la vida, que es un prodigio que una esfera de hierro, tan pequeña e imperfecta, pudiera reunirlas todas y convertirse en el único planeta, hasta ahora conocido, que pudiera albergarla. La Tierra tiene una superficie de 510 millones de km2, de los cuales el 70,8 % es agua y el 29,2 % restante es tierra. Es el hogar de 8,7 millones de especies, clasificadas en 5 reinos: Plantas, Animales, Fungi, Protista y Monera.
De las millones de especies que habitan la Tierra, el homo sapiens es tan solo una de ellas. Somos conocidos como humanos y nuestro código genético es prácticamente idéntico al de cualquier otro ser vivo. Somos animales sociales que aparecimos en la Tierra hace solo unos 200 mil años y en ese pequeño lapso, en el reloj del Universo, hemos dejado una huella imborrable. Nuestro cerebro, el más desarrollado del reino animal, nos ha permitido construir, inventar y razonar; crear el lenguaje, la risa y el llanto; ser trascendentes, intuitivos y solidarios; podemos amar y tener consciencia de la propia muerte. Al mismo tiempo, somos ambiciosos, egoístas, crueles, violentos y arrogantes. Ninguna otra especie sobre el planeta tiene tanto poder de creación y, al mismo tiempo, de destrucción. Se calcula que actualmente 7 700 millones de seres humanos ocupamos un octavo de la superficie terrestre que está dividida en continentes.
El continente más poblado es Asia con más de 4 mil millones de habitantes. Allí se ubica la República Popular China, el país más poblado del mundo con 1 400 millones de chinos. Tiene una superficie aproximada de 9 millones 600 mil km2 y es el tercer país más extenso y tiene el récord en generación de dióxido de carbono (Co2). Uno de cada cinco habitantes del mundo vive allí y se calcula que en un año consumen 74 toneladas de carne animal y que las líneas de ferrocarril podrían dar dos veces la vuelta al planeta.
La capital del transporte en China es Wuhan, la ciudad más poblada en la zona central con 11 millones de habitantes y conocida como la “Olla china”, por alcanzar altas temperaturas. En ella se ubica el Mercado Mayorista de Mariscos, donde se venden pescados, moluscos y todo tipo de animales vivos y muertos como zorros, perros, serpientes, koalas, ratas, pangolines y murciélagos.
Existen 1 400 especies de murciélagos. Son uno de los más de 5 mil mamíferos registrados y los únicos capaces de volar. Estos animales nocturnos y longevos (pueden vivir entre 15 y 30 años), han desarrollado un sofisticado sistema inmunológico capaz de tolerar miles de virus. Juegan un papel clave para los ecosistemas y la biodiversidad, sin embargo, cargan con oscuros estigmas y leyendas. Se conjetura que una sopa murciélago fue la responsable del comienzo de la pandemia, pero el verdadero caldo de cultivo es la forma de relacionamos con la naturaleza. Fruto del consumo masivo de carne y la destrucción de los ecosistemas de la fauna silvestre es muy probable que un animal haya entrado en contacto con un humano, el paciente cero, y causara el brote epidémico a una velocidad exponencial.
En cada una de las miles de microgotas que el paciente cero pudo haber expulsado al toser, al hablar o al besar, existían un millón de partículas virales.
Los virus son agentes infecciosos con una información genética limitada que necesita replicarse dentro de una célula para poder reproducirse. Tienen la capacidad de matar masivamente pero, al mismo tiempo, son claves para la vida. Son seres diminutos, la mayoría unas cien veces más pequeños que las bacterias y miden unos 10 nanómetros. Esto significa que en 1 mm caben aproximadamente cien mil virus en fila. Se han descrito alrededor de 6 000 tipos de virus, pero pueden existir más de 1,6 millones aún desconocidos que viven en mamíferos y aves por todo el mundo. De ellos, se estima que entre 650 000 y 840 000 tienen la capacidad de infectar y causar enfermedades en humanos y provocar potenciales pandemias, como la del coronavirus.
40 millones de contagiados, más de 1 millón de muertos y 8 millones de recuperados en el mundo son las cifras que —hasta la fecha— ha dejado el SARS-CoV-2, un tipo de coronavirus que genera la enfermedad del covid-19. Se trata de un microorganismo que no está ni vivo ni muerto. Más que un ser vivo, es un agente biológico. El nombre responde a su apariencia similar a la corona del Sol y la capacidad de replicación es tan alta que cada célula infectada puede producir decenas de miles de nuevas partículas virales. Tiene un número reproductivo (R0) de 2,68, eso significa que cada individuo infectado se lo transmite a entre dos y tres personas. Se conocen 7 coronavirus capaces de infectar a humanos. Miden una milmillonésima parte de un metro, es decir, divida un milímetro un millón de veces. Es una milésima parte de un cabello. Una milésima parte de la cabeza de un alfiler.
Las criaturas físicas más pequeñas concebibles para los monjes de Bizancio eran los ángeles, quienes se propusieron calcular cuántos podrían caber de pie en la cabeza de un alfiler. Siglos después, un físico americano consideró que el tamaño de la cabeza de un alfiler es demasiado grande para calcular cuántos ángeles cabían, así que tomó un alfiler cuya punta solo tenía un átomo de grosor. La cantidad de ángeles que allí cabrían es de 10 000 000 000 000 000 000 000 000. La impresión de infinito de ese extenso e inconmensurable número también la podemos sentir al observar la cúpula celeste, la belleza presente en todas partes y la vida que se propaga como un virus. Todo, lo visible y lo invisible a nuestros ojos, está hecho con las mismas partículas atómicas que nos hacen formar parte del Universo. Ser el Universo.